domingo, 18 de diciembre de 2016

De chamo lector a incansable periodista


Entrevista publicada en el Correo del Caroní, domingo  13 de junio de 2010

El cronista de Ciudad Bolívar abrió las puertas de su hogar para revelar las travesuras de su niñez, el amor por la familia y su pasión por el ejercicio periodístico mientras asume el rol como Secretario General del Colegio Nacional de Periodista, seccional Bolívar.

n Miguel Ricardo Valdez
El crepúsculo está a punto de caer. El reloj de la catedral indi­caba las cinco de la tarde, la llu­via copiosa caía sobre el Casco Histórico de Ciudad Bolívar. A pesar de la fuerte precipitación se podía distinguir la casa número veintidós de la calle Dalla Cos­ta, el hogar del periodista y cro­nista Américo de Jesús Fernán­dez.
El aire colonial y apacible de la casa reflejan la figura bohemia de Américo, una primera impre­sión da una imagen sombría del verdadero personaje que se es­conde detrás de aquella. Él estaha sentado frente a su computa­dora redactando sus notas como todos los días y con un tono de voz pausado y de carácter ami­gable comenzó a responder las preguntas.
Nació el 26 de septiembre de 1931, en la Isla de Coche, del es­tado Nueva Esparta. Ya en sus estudios primarios se interesó en participar en la elaboración del periódico escolar. Al concluir su bachillerato realizó algunas su­plencias de maestro, que le per­mitieron reunir dinero para com­prar su primera máquina de es­cribir.
Entre juegos, agites y maro­mas se consumó la infancia de Américo. Aquellas afanosas ta­reas iban desde un inocente combate de metras hasta el popular juego de pelotas; todo esto sin olvidar las actividades recreativas tradicionales  que eran su verdadera pasión, entre ellas, el trompol el papagayo el escondido y el boliche.  En vilo del recuerdo, como suspendido el aire, el escritor bolivarense se encontraba dilucidando entre las travesuras de su niñez; en medio de aquel es­fuerzo por concentrarse, confe­só que le gustaba tocar las "cam­panas de las iglesias" y molestar a los vecinos.
Su gran pasión
La escritura con su particular forma literaria se convirtió para Fernández en una pasión sin lí­mites. Comenzó como colum­nista del diario El Luchador en el año 1955, luego pasó a ser re­dactor y director de El Boliva­rense; a su vez también fue co­rresponsal de varios periódicos como: Últimas Noticias, La Es­fera, El Mundo y Élite.
El "señor Américo", como res­petuosamente suelen llamarle, recuerda con satisfacción su pa­so por El Nacional, donde tra­bajó por más de 25 años y en pa­ralelo pudo obtener en el año 1991 el título de periodista en la Universidad Central de Vene­zuela (UCV), en el grado de Magna Cum Laude.
En su mirada profunda y en la forma que se expresa sin recelo alguno, se percibe el amor por el periodismo, un sueño que tenía desde niño.
Un periodista está ligado cada día de su vida a lo que sucede en el mundo, no puede estar aisla­do de la política, pero aclara que eso no impide ejercer la función del periodismo de manera satis­factoria. 
Sin Cadenas
Para Fernández la libertad de expresión es lo más importante que deben defender los comunicadores sociales.  Se describe como un ser incansable que siempre está buscando la verdad para transmitirla a sus lectores, que son los que otorgan sus juicios. 
Un periodista está ligado cada día de su vida a lo que sucede en el mundo, no puede estar aislado de la política, pero aclara que eso no impide ejercer la función del periodismo de manera satisfactoria.
Con respecto al ambiente hostil entre medios y el gobierno, re­chaza de plano el cierre de ca­nales comunicacionales porque ello cercena la libertad de un pue­blo.
Admite que no existe la obje­tividad absoluta en esta profe­sión, pero cree que lo más cer­cano que puede estar un perio­dista de ese precepto es en el equilibrio informativo. Conside­ra que esta carrera necesita mu­cha dedicación y lectura.
Américo es un gran defensor de su tierra e identidad, con to­no molesto se refiere al abando­no de Ciudad Bolívar, "es un gran irrespeto a todo lo que re­presenta esta entidad", tomando en cuenta que fue declarada Patrimonio Histórico de Venezuela y está n consideración por la Unesco para ser declarada Patrimonio Cul­tural del Mundo.
El gran secreto
Cultivar el hábito de la lectu­ra es el gran secreto de Américo para ejercer con vigor su profesión. Muestra de esto  es su vasta biblioteca que posee en su oficina y la cual considera su más preciado tesoro. 
"En mis inicios como perio­dista, me gustaba leer mucho, no porque me lo impusieran sino porque sentía la inquietud de po­seer conocimiento, ya que a la hora de redactar es importante que las ideas salgan fluidamen­te". Por ello el fiel amante de la comunicación sugiere que para ejercer esta profesión se requie­re de una verdadera vocación que desate "las ganas de escribir".
Entre sus libros publicados se encuentran: Cronología de Ve­nezuela (1980), Historia del Es­tado Bolívar, (1994), El Dorado, mito hecho realidad (Caracas, 1996); Angostura a la luz del Co­rreo del Orinoco (1997); Breve Historia de la Procuraduría Ge­neral del Estado Bolívar (1995).
La sala de su casa es parecida al depósito de una librería, que guarda 170 cajas que resguardan sus más recientes publicaciones.
Se levantó emocionado de su silla, como cuando uno recibe a un familiar que no lo ha visto por muchos años. Sus ojos le brilla­ban como un diamante al ver su trabajo consolidado.
"Ves el esfuerzo", susurró, sentado y todavía con su gran sonrisa relata que su mayor be­neficio no es monetario, sino el saber que tiene la dicha de es­cribir y poder servir de apoyo a jóvenes que encuentran en sus obras una ayuda para sus mate­rias.
En su oficina, además, tiene guantes de béisbol, pelotas de fútbol y de básquet lo cual denota su gran afición por los deportes. Comenta, que ahora sus más grandes intereses para distraerse son el ajedrez y la lectura.
El silencio disipa
el ruido
Américo no tiene hora espe­cífica para escribir, sin embargo, prefiere hacerlo al caer la noche, cuando el ruido cede al silencio. Sus instrumentos periodísticos, como su particular grabadora, computadora y su agenda de no­tas se convierten en los únicos aliados para plasmar sus ideas y hechos de la cotidianidad.
Por otra parte, el periodista también confiesa su pasión des­de muy pequeño por la música clásica, en la actualidad es asiduo oyente de todo tipo de géneros que van desde rancheras hasta llaneras.
El trabajo de Américo ha si­do reconocido a lo largo de los años con galardones, entre los cuales destacan: Premio Regio­nal de Periodismo Andrés Ro­derick, el Premio Municipal de Periodismo J. M. Gómez Ren­gel y con el Premio de perio­dismo CVG-Ferrominera Ori­noco. Fue condecorado con la Orden Andrés Bello y Francis­co de Miranda en segunda cla­se.
Actualmente es vicepresiden­te de los cronistas de Venezue­la, pertenece al Colegio Nacio­nal de Periodista (CNP), y es co­lumnista de Correo del Caroní..
Secretario general del CNP
El compromiso con el ejercicio del periodismo le permitió a Américo Fernández alcanzar en las elecciones gremiales el cargo de Secretario General del Colegio Nacional de Periodista (CNP) -Seccional Ciudad Bolívar.
Para Fernández más que un triunfo individual, se lo debe a todos los que de alguna manera estuvieron involucrados en esta contienda electoral, ya que se sentían comprometidos con aunar sus capacidades, voluntades y esfuerzo en sacar adelante una institución que merece algunas reformas.
La plancha liderada por el cronista alzó como bandera durante la campaña electoral la dignificación de la misión social del periodista, la protección y respeto al título profesional, defensa de los agremiados en caso de hostigamiento y limitaciones a las fuentes públicas de información.
Trabajará por la protección económica, social y profesional de los periodistas al igual que por la defensa cabal de la libertad de expresión, contra el recién decretado Centro de Estudio Situacional (Cesna), que según sus palabras restringe la crítica y limita la libertad de información, sin dejar a un lado luchar por los principios democráticos y del código de ética que modela la conducta del periodista.




Fernández en su casa y con sus libros lo cual considera su más iportantetsoro


FOTO MIGUEL VALDEZ



Fernández en su casa y con sus libros lo cual considera su más iportantetsoro


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